¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicana?

Nuestra capacidad de ser resiliente se dispara o se contrae a partir de nuestros pensamientos. Si creo que puedo salir adelante, mi cuerpo empuja con fuerza hacia la salida; si creo que no puedo, justamente no puedo.

Pero hay que ser cuidadosas también con el exceso de optimismo. Algunas veces las expectativas son tan altas, pero tengo una baja claridad sobre los recursos que realmente dispongo y de los obstáculos que voy a enfrentar, que la pendiente es casi imposible de escalar. Para salir adelante, más que resiliencia, requiero de ayuda divina.

Muchas de las frustraciones que vivimos nosotras o nuestros equipos se deben a una mala clarificación de las expectativas, o a confundir expectativas con objetivos o la misión que emprendemos.

Con palabras de sabiduría popular, en 1954 Salvador “Chava” Flores, se preguntó “¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?”.

La confusión de los conceptos: entre el propósito y las expectativas

Es difícil ser resiliente cuando no sabes en qué tipo de aguas te estás ahogando. Por eso es importante diferenciar cuatro conceptos: propósito, misión, objetivo y expectativas.

Propósito

Como ya lo vimos en un módulo anterior, el propósito es tu razón de existir, tu causa máxima, el porqué o para qué haces las cosas. Muchas veces se considera que tu propósito tiene una temporalidad permanente.

Misión

Es lo que deseas lograr para alcanzar tu propósito. Incluye qué es lo que haces. Su temporalidad depende del tipo de proyecto, pero implica llegar hasta el punto final del ciclo.

Objetivo 

Es una meta específica que deseas alcanzar y se puede medir claramente si se alcanzó dicho objetivo. Una misión puede contar con un gran número de objetivos. Normalmente son hitos intermedios en el camino que nos ayudan a saber si vamos bien en la consecución de nuestra misión.

Expectativas 

Incluye nuestros sueños, ilusiones y deseos de lo que esperamos que suceda. Toman en cuenta nuestra relación emocional con el hecho que queremos alcanzar.

Con un corte de sabiduría holística podríamos vincular estas cuatro definiciones con los cuatro cuerpos humanos:

• Propósito = cuerpo espiritual, define la esencia superior.
• Misión = cuerpo racional, define un destino y resultado final específicos. 
• Objetivo = cuerpo físico, define los rasgos palpables por nuestros sentidos.
• Expectativas = cuerpo emocional, son definidos a partir de nuestra conexión mágica con nuestros sueños y emociones.

Como platicamos en el módulo anterior, el sistema patriarcal occidental vigente tiene una predisposición por un materialismo racional y descuida los aspectos espirituales – emocionales. 

Las misiones y objetivos sexenales, trianuales o anuales carecen de un propósito espiritual (no van a ningún lado en realidad) y no cuentan con la fuerza emocional para mover un país.

El ejercicio puede hacerse a nivel planetario, organizacional y personal. ¡Te toca a ti! Reflexiona con la sabiduría de tus cuatro cuerpos sobre ti en el mundo de la política. Ahora te presentaremos algunos pasos para construir expectativas y objetivos que jueguen a tu favor.

El círculo virtuoso de las expectativas

Ahora ¿cómo hacemos para que nuestras expectativas nos ayuden en nuestra resiliencia y que no se conviertan en un abismo emocional?

Aquí está la guía del círculo virtuoso de las expectativas.

Ante una crisis, e incluso ante una circunstancia favorable, todas tenemos expectativas y temores de lo que esperamos que suceda (y que no suceda).

Los pasos a seguir son:

1. Haz conciencia de tus expectativas y temores y comunícalos clara y abiertamente a ti misma y a aquellas personas involucradas (si hay otras personas, estas también tendrán su propio abanico de expectativas y temores). 
2. Clarifica esas expectativas y temores: ¿qué sí deseo que pase y que no?, ¿qué emociones están detrás de cada una de las expectativas y temores? Estas expectativas incluso pueden contar con la metodología de los tres escenarios: el optimista, el neutro y el pesimista. Así ya estás mejor preparada emocionalmente.
3. Usa tu gestión emocional: ¿qué posibilidad real hay de que se cumplan esas expectativas?, ¿qué emoción es la más útil para impulsarte con fuerza a alcanzar tus expectativas?, ¿qué emoción es la más útil para tranquilizarte y rebotar en caso de que las expectativas no se cumplan?

Como se ve en el diagrama, si las expectativas fueron claras y se están cumpliendo sueles entrar en el círculo virtuoso de estabilidad emocional, señal de bienestar y mayor potencial emocional para seguir activa.

En cambio, si las expectativas no fueron bien definidas y los resultados no son lo que esperabas, normalmente entras en el círculo tóxico. Para evitar un desenlace de huida, violencia o apatía es necesario esa clarificación emocional de expectativas contigo y tu equipo.

¿Cómo construir objetivos SMARTER? (muy inteligentes)

Al igual que con las expectativas, también hay una metodología para definir de forma óptima un objetivo.

Un objetivo debe ayudarte a llegar claramente a tu destino.

• Quiero ser una gran política.
• Voy a ayudar a que las mujeres tengan más representación.
• Vamos a lograr la equidad de género en el Congreso.

Ninguno de los tres ejemplos es un buen objetivo; mejor dicho, ninguno de estos tres ejemplos cumple con los requisitos de un objetivo SMARTER. Podrán ser buenas misiones, pero malos objetivos.

Los requisitos que debe cumplir todo objetivo:

Specific            (Específico = un tema concreto)

Measurable     (Medible = debe tener indicadores cuantitativos para saber si se alcanzó)

Attainable     (Alcanzable = se debe  poder realizar con los recursos disponibles)

Relevant           (Relevante = debe estar alineado a la misión y el propósito superior)

Time-bound     (Temporalidad = tiene que estar definida la fecha de inicio y de su fin)

Enthusiastic      (Entusiasmo = debe de emocionarte realizarlo, sino no vale la pena)

Recorded          (Registrado = tienes que poder ir registrando el progreso hacia la meta)

Tus expectativas, jugando a tu favor

Cuando tus expectativas y objetivos no están claramente definidos se vuelve más difícil alcanzar tus metas y responder ante los desafíos. Usando la gestión emocional, si clarificas tus expectativas, podrás gobernar y utilizar mejor tus emociones (y, lo más importante, salir triunfante). 

¡Pon en práctica lo aprendido! Responde estas preguntas:

1. ¿Cuál es tu propósito para estar en la política?, ¿cuál es tu razón más profunda?
2. ¿Cuál es tu misión que debes alcanzar en los próximos 5 o 10 años para saber que tu propósito se está cumpliendo?
3. ¿Cuáles son tus objetivos (1 a 5 objetivos) SMARTER que se deben ir cumpliendo en el lapso de tiempo determinado?
4. ¿Cuáles son tus expectativas y temores que tienes actualmente?, ¿qué predisposición emocional tienes actualmente y que disposición emocional necesitas para lograr tu primer objetivo?
5. ¿Qué aprendiste y de qué te das cuenta?