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Febrero 23, 2021. Por Rodrigo Espinoza

¿Qué es el sistema electoral D´Hondt y cómo funciona?

Este contenido forma parte del curso Prepara el análisis para tu campaña a Constituyente

Los sistemas electorales son los mecanismos encargados de transformar los votos en escaños. Existen diversos tipos de sistemas electorales, los que se pueden dividir en dos grandes grupos: mayoritarios y proporcionales. 

Los sistemas mayoritarios otorgan asientos a las candidaturas que obtengan la mayoría de los votos en función de los escaños disponibles en cada distrito. Por su parte, los sistemas proporcionales tienen por criterio distribuir escaños en función del rendimiento electoral de cada lista competidora. 

Bajo dicha premisa, en los sistemas mayoritarios los distritos pueden tener incluso un solo asiento, mientras que en los proporcionales pueden ser de al menos dos o más. El número de escaños a repartir es lo que técnicamente se denomina como el “tamaño del distrito”. 

En Chile, a partir de las elecciones legislativas de 2017 debutó el sistema electoral D’Hondt, perteneciente a la familia de los sistemas proporcionales, reemplazando al antiguo sistema binominal heredado de la dictadura militar.
 

El actual sistema divide al país en 28 distritos con tamaño de tres a ocho asientos. Este sistema es el adoptado para la asignación de asientos para el Congreso Nacional y para la Convención Constitucional, incorporando alguna variantes para este último órgano, tales como la eliminación de subpactos, la regla de paridad de género en la composición de la Convención (no sólo en las candidaturas, sino también en su resultado final) y la asignación de asientos especiales para pueblos originarios. Todo esto lo revisaremos en esta guía.

El Sistema D’Hondt en la práctica

El sistema electoral D’Hondt pertenece a la familia de los sistemas electorales proporcionales y busca asignar escaños en función de los rendimientos electorales por parte de cada lista competidora. El criterio de repartición de asientos se basa en el criterio de promedio mayor, vale decir, en la división de los votos obtenidos por cada lista tantas veces como escaños asigna el distrito. ¿Parece difícil? ¡No te preocupes! Acá te explicaremos cómo funciona en la práctica 🙂

Este sistema electoral no constituye una revolución, sino todo lo contrario, es un sistema bastante estándar que se ha utilizado en diversos países de América Latina, como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y República Dominicana. 

¿Cómo se asignan los asientos? 

Para determinar la asignación de escaños, salen electas las candidaturas más votadas de las listas más votadas. ¡Revisemos algunos ejemplos, paso a paso! 

Paso 1: determinar el número de listas, los votos obtenidos y el tamaño del distrito

Imaginemos la existencia de un distrito que asigna 5 escaños y compiten 3 listas. 

La lista A obtiene 150.000 votos, la B alcanza los 220.000 y la C 180.000. Ya tenemos claros los elementos necesarios para calcular cuántos asientos obtendrá cada lista. 

Paso 2: dividir la cantidad de votos en los escaños

Con el paso 1 cumplido, ahora debemos tomar los votos totales de cada lista y dividirlos tantas veces como escaños asigna el distrito. 

Veamos el caso de la lista A: esta obtuvo un total de 150.000 votos. Si eso lo dividimos por 1, se mantiene el valor de 150.000. Luego, el total de votos se divide por 2, dando por resultado 75.000; luego por 3 (50.000), por 4 (37.500) y por 5 (30.000). El número de veces que se hace esta división varía dependiendo del número de cupos que asigne cada distrito. ¡Vamos al paso siguiente! 

Paso 3: asignar el número de escaños por lista

Una vez definidos la cantidad de votos obtenidos por lista y divididos en los escaños que asigna el distrito, ahora solo queda determinar cuántos escaños obtendrá cada lista. El mecanismo de distribución será mediante los valores más altos de acuerdo a las divisiones realizadas. Así:

  • Escaño 1: 220.000, correspondiente a lista B.
  • Escaño 2: 180.000, correspondiente a la lista C. 
  • Escaño 3: 150.000, correspondiente a la lista A.
  • Escaño 4: 110.000, correspondiente a la lista B. 
  • Escaño 5: 90.000, correspondiente a la lista C.  

En base a esta distribución, la lista A obtendría un solo asiento, mientras que las listas B y C tendrían un total de 2 escaños cada una. 

Paso 4: determinar qué candidatos/as salieron electos/as

El último paso consiste en determinar qué candidaturas obtendrían cada escaño. ¡La respuesta a la pregunta es sencilla! 

En el caso de la lista A, obtiene el asiento la candidatura más votada de toda la lista. En el caso de las listas B y C, obtienen los asientos las dos candidaturas con mayor votación en toda la lista. 

¡En la unidad está la fuerza!

Una de las características más importantes del sistema D’Hondt, es que este castiga severamente la división de los bloques políticos y recompensa enormemente la unidad de estos. Veamos el siguiente ejemplo:

Pensemos que, en el mismo distrito del ejemplo anterior, la lista A se divide en tres listas producto de peleas internas ¡justo antes de la inscripción de candidaturas! Supongamos que las tres listas que salieron de la lista A (A-1, A-2 y A-3) tienen la misma fuerza electoral y, por ende, idéntico resultado. Las listas B y C tienen el mismo rendimiento que en el ejemplo anterior, ya que no se dividieron. Veamos:

Como se aprecia en la tabla 4, la distribución de asientos cambia de forma significativa cuando la lista A se divide en tres, ya que en este caso se ve favorecida la lista B, sumando un tercer asiento, mientras que la lista C no presenta cambios. 

En este escenario, ninguna ramificación de la lista A obtendría algún asiento, mientras que en la lista B salen electas las tres candidaturas más votadas de toda la lista. En la lista C, las dos candidaturas más votadas obtendrían los dos asientos.  

En síntesis, el sistema electoral D’Hondt asigna asientos a las candidaturas más votadas de las listas más votadas. Por lo tanto:

  • Es importante que las listas vayan completas a la elección y no basta con que una sola candidatura tenga un buen rendimiento, ya que los votos totales de la lista en su conjunto son fundamentales para el cálculo en la asignación de cupos. 
  •  La unidad es fundamental.  Si un mismo bloque va dividido, esto puede llevar a no tener representación, recompensando a los bloques que deciden participar de forma unificada. 
Rodrigo Espinoza

Doctor en Ciencia Política y académico de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales. Se ha enfocado en investigar los cambios constitucionales y las crisis de representación, especialmente la relación entre rigidez constitucional y participación ciudadana para el diseño de reformas constitucionales, así como la capacidad de respuesta de las democracias a las demandas de su entorno. Contacto: rodrigo.espinoza_t@mail.udp.cl / https://www.icso.cl/investigadores/rodrigo-espinoza/