Todas las ideas y tradiciones para silenciar a las mujeres tienen impactos externos (callarnos, burlas, humillaciones, violencia), pero también internos: Nos sentimos incómodas al tomar la palabra en una reunión, al dar una orden, no sabemos cómo “sonar” con autoridad sin gritar o sin ser “masculina”.
Yo te ayudo a utilizar el poder de las palabras.
5 Claves para que tus palabras tengan Poder.
1. Sin suavizante
Evita modificadores que le resten fuerza a tus frases.
- Sólo quisiera decir… Quizás lo que podríamos hacer… A lo mejor es buena idea…
Di tu frase directa y en presente
- Quiero decir… Podemos hacer… Es buena idea…
Evita verbos que debilitan tus frases:
- Pienso que podríamos aprender… Siento que si hacemos… Espero que juntos podamos…
Usa el verbo en presente cada vez que puedas:
- Podemos aprender… Hagamos … Juntos podemos…
Los diminutivos disminuyen:
- Estoy un poquito preocupada… Te quito un momentito, lo necesito para dentro de un ratito.
- Y si das una orden nunca uses “no seas malito” me mandas el documento…
2. Si sabes la respuesta no preguntes
Las mujeres preguntamos para no parecer “demasiado listas”. También preguntamos para buscar aceptación, porque hemos sido formadas para agradar. En cualquier caso, eso nos resta Poder.
- ¿Crees que esa frase impacte? >>> Esa no es una frase que impacte.
- ¿Estos números están bien? >>> Estos números están mal.
- ¿Te parece si está listo para el lunes? >>> Debe estar listo para el lunes.
Sólo pregunta cuando necesites retroalimentación o tengas una duda.
3. No te disculpes si no es necesario
Estamos formadas para disculparnos por todo. Si cometimos un error o lastimamos a alguien está bien disculparse. Pero no para tomar la palabra, o para disentir.
- Lo siento, pero no estoy de acuerdo. >>> No estoy de acuerdo.
- Disculpa, quisiera comentar… >>> Quiero comentar.
- Perdón, pero me parece que… >>> Me parece que…
4. Si te interrumpen, continua
En general, los hombres interrumpen tres veces más a las mujeres que a sus congéneres. Debemos hacerlo evidente y dejar de permitirlo. Te propongo tres alternativas:
- Pon la mano en señal de alto y di: Quiero terminar
- Sigue hablando con firmeza. No levantes el tono de voz, a menos que lo consideres necesario
- Si hay un moderador o moderadora, exije que haga su trabajo
5. No le des vueltas
- Mucho contexto o detalles pierden a tu audiencia en especial en campaña o al hacer proselitismo o en una reunión de trabajo
- Ten claro qué quieres decir, cuál es el punto. Llega ahí lo más pronto posible. Y si ya tienes la atención plena de tu audiencia puedes dar algunos detalles relevantes o datos puntuales.
- Si es un punto que genera discusión o resistencias, ofrece tres razones y llama a la acción.
No te sientas abrumada.
