Cuidar a las activistas, voluntarias de la campaña de manera ordenada y especial es clave para ampliar el alcance, tener más visibilidad y lo más importante: hacer una campaña junto a las personas y no para ellas.
Ordenar canales de comunicación
Se deben crear canales de mensajería específicos para los grupos de activistas, darles herramientas para crear, escuchar sus ideas e incentivarles. Si no puedes elegir a alguien del equipo para coordinar y mantener esa presencia, puedes identificar a la activista más proactiva e invitarla a cumplir ese rol.
Otra buena idea es mandarles videos y audios de la candidata, siempre que sea posible, para cuidar la conexión y el vínculo afectivo.
Hacer acciones organizadas
Aprovechar que son muchas y parecer muchas: hacer “twiterattones”, cambiar las fotos de perfil en redes o publicar algo al mismo tiempo, e incluso organizar acciones offline e incentivar que más personas se registren en tu campaña, publicando muchas fotos en redes sociales.
Soporte y contención de crisis
Es importante que las activistas tengan confianza y acceso a materiales de alerta y defensa en redes, pues van a ser las primeras en ver y contestar posibles ataques digitales, violencia política de género, desinformación y noticias falsas.
Tener páginas de apoyo
Hacer kits de imágenes y un manual para activistas puede ayudarlas a crear páginas de apoyo a la candidata, páginas de memes, contenidos extra oficiales que van a aumentar muchísimo la visibilidad de la candidata.